viernes, diciembre 16, 2005

Julián Marías y el Alción

15-12-05:

Murió hoy Julián Marías. Lo vi en El País. Tenía 91 años. Formó parte de la verdadera nobleza española: la de los intelectuales dignos. Lo conocí por su libro de historia de la filosofía, durante mi ya remoto bachillerato. Se decía que era sólo un custodio de la memoria de Ortega. No leí ninguno de sus otros libros y me quedé durante años con la injusta imagen de un Marías fiel guardián del orteguismo y nada más. Pasó el tiempo. Un día curioseando en una librería de Caracas con Gonzalito Ramírez y Alfredo Chacón, tomé en mis manos uno de los tomos de las memorias de Julián Marías. Alfredo comentó de inmediato: “Ese libro no me lo leo ni que me paguen. Qué pavoso debe ser”. Siguió pasando el tiempo. Ocho años, quizá. En una de mis frecuentes visitas a la librería mencionada (es la Ludens) me consigo con Alfredo Chacón. Conversamos amablemente, como siempre. Yo busco libros en el estante donde se encuentran los diarios y las memorias. Tomo de nuevo uno de los volúmenes de memorias de Julián Marías y le digo a Alfredo que esta vez sí voy a llevármelo, porque realmente me interesa el autor. Y Alfredo me responde: “He cambiado de opinión sobre Julián Marías. Leí un artículo de su hijo Javier y me parece que debemos ver de otra manera a su padre”. No sé si Alfredo se llevó también los tres tomos de memorias del filósofo. Lo cierto es que yo sí lo hice. Y después busqué más libros de Julián Marías. Y lo fui leyendo con creciente admiración, con acuerdos y con desacuerdos, pero siempre tratando de comprenderlo, de aprender de su visión del mundo, de indagar en su preocupación por los sentimientos, por las ilusiones, por el carácter de su pueblo. Hará unos dos o tres años sus libros acerca de España me alentaron a plantear en varios escenarios la posibilidad cierta del entendimiento en esta Venezuela dividida que vivimos hoy en día. Así, me pareció muy pertinente la reflexión de Julián Marías acerca del tema de la discordia civil, sobre la base de su experiencia personal. Fue de ese modo como surgió en él la figura del alción, que yo tomé para identificar los diálogos que promoví en la UNEY, y también para bautizar una casa que ocupamos en San Felipe, donde funcionan ahora varias unidades administrativas de la universidad. Le debo a Julián Marías ese estímulo, ese símbolo, esos momentos alciónicos. Pero fue realmente en una novela de su hijo Javier, Tu rostro mañana (Fiebre y Lanza), donde encontré la mejor descripción de la entereza moral de este hombre extraordinario que acaba de morir en Madrid. Allí está el gran homenaje a su magisterio vital. Hoy releeré esas páginas.

miércoles, diciembre 14, 2005

Arbus, Kidman


Las morochas de Diane Arbus

Las gemelas más intrigantes de la historia de la fotografía. En ellas pensó Kubrick cuando las convirtió en apariciones ominosas en El Resplandor. En ellas pienso yo cuando me acuerdo de las morochas Minh Thai, esas pequeñas hadas vietnamitas del Barrio Latino, vistas por la imaginación parisina de Luisana. Ellas siguen siendo terribles y cortadas por la misma medida, es decir, por la mirada certera que Diane Arbus siempre tuvo para lo inusual.

Diane Arbus se suicidó en1971. Nicole Kidman la está encarnando ahora. Son las morochas de Fur.

martes, diciembre 06, 2005

Aunque es de noche Rothko aunque es de noche


Rothko. Browns over Dark

"L´homme poursuit noir sur blanc"
(Mallarmé)

"Míralo. Aquí besándote, lo digo. Míralo.
En esta cueva oscura mira, mira
mi beso, mi oscuridad final que cubre en noche
definitiva
tu luminosa aurora
(...)
Desde tu ser mi claridad me llega toda
de ti, mi aurora funeral que en noche se abre.
Tú, mi nocturnidad que, luz, me ciegas"
(Vicente Aleixandre)

"Su claridad nunca es escurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche"
(San Juan de la Cruz)

Entramos a la capilla. Una vez dentro de ella, no todos consiguen la hornacina secreta. Ella se hace visible sólo a unos pocos: los elegidos por la luz negra.

Si te escuchas rezando en una extraña lengua y algo que no sabes bien se comienza a iluminar en ti, muy adentro, es que ya has traspasado el magnético mural de la claridad eterna.

domingo, diciembre 04, 2005

Negro más negro que el negro


Rothko

La capilla Rothko fue llenándose de sombras. De la suave tonalidad del marrón se pasó al negro opaco y después al negro más negro que el negro, es decir, al estado de nigredo: nigrum nigro nigrius.

El argentino Murena nos habló en un bellísimo libro (La metáfora y lo sagrado) de cómo el arte se encuentra hoy en una etapa de nigredo: "abandonado por el espíritu, casi pura materia negra, con los movimientos convulsivos de un semimuerto".

Mark Rothko fue llegando a la monocromía oscura y a la muerte. Un día se abrió las venas y vino ella y tuvo sus (r)ojos.



jueves, diciembre 01, 2005

Sergio Pitol, Premio Cervantes 2005


Sergio Pitol

Ignacio Valcárcel lo llevó al centro de Barquisimeto un día de noviembre de 1994. Su destino: una librería de viejo llamada El azar inmóvil. Había mucho tráfico porque los estudiantes de la universidad estaban manifestando. El se quejaba durante el trayecto. Valcárcel sólo asentía, como es debido.
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Cuchi Morales lo agasajó en su casa de Barquisimeto una noche de noviembre de 1994. El se sentó en una mecedora y conversó gozosamente con Ednodio Quintero, Alejandro Krawietz y los anfitriones. Cuando entraba a la casa, un árbol le llamó la atención. Era un árbol raro y preguntó por él. "Es malgache" le respondió Cuchi. Al despedirse, el anfitrión le obsequió un libro del argentino César Aira.
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Arnaldo Acosta Bello se le apareció en Barquisimeto unos días antes. Él estaba llegando a la recepción del Hilton, cuando de pronto el coordinador de cultura de la Universidad le dice que debe presentarse ante un funcionario policial que despachaba en el mismo hotel. Él obedece y el funcionario le pide el pasaporte. Después de revisarlo minuciosamente, le pregunta: "¿Usted estuvo en Varsovia en el año 72? ¿Usted conoció allí a dos venezolanos subversivos?" El recién llegado responde afirmativamente a ambas preguntas, pero se inquieta. El funcionario continúa su frío interrogatorio: "¿Uno de esos venezolanos era el pintor y escritor Darío Lancini?" -"Sí", responde nuestro personaje, ya con cierto miedo. "Bien, es usted el hombre que espero", dice el funcionario, quien ya no aguantaba la risa y termina confesándose: "Yo soy el otro venezolano subversivo de Varsovia, yo soy Arnaldo Acosta Bello". Se ríen y se abrazan.

Él se llama Sergio Pitol y hace pocas horas anunciaron que se había ganado el Premio Cervantes. Me enteré por Valcárcel, su jovencísimo cicerone de Barquisimeto en noviembre de 1994.

sábado, noviembre 26, 2005

¿Me conoces?


Soy yo, por supuesto... ¿no me conoces?

"Quiero ser mujer fatal.
Quiero al vizconde rubio de los desafíos
y al mismo tiempo al abate joven de los madrigales.


Que por mí enloquezcan y digan:
`por alto esté el cielo en el mundo...`

Quiero devorarme al Tigre Garmendia ese,
que se las da de arrechito".

miércoles, noviembre 23, 2005

Memorias de una mañana en el Paseo de Gracia


La Pedrera

Siento que esa ciudad fue creciendo en mí
como una extraña posesión,
como una casa que te habita por dentro,
que te llena de voces impensables
y te deletrea calle por calle,
hasta inventarte.

Esa ciudad, tenía, ciertamente,
un encanto especial desde el primer momento.
Pero no era posible, entonces, prefigurar
toda la esplendidez de sus secretos.
La sorpresa del taxista
al toparse con Gaudí en pleno mediodía,
no pasaba de ser una broma del azar:
Alguien busca un hotel
y le dan, por error, la dirección de La Pedrera.
Esa ciudad ya preparaba sus celadas
sin que me diera cuenta.

Habría que esperar hasta el otoño,
hasta el día en que la vi aparecer,
radiante y sola,
en la puerta de una biblioteca consular,
con diecisiete años llenos de alegría y de Serrat,
para empezar a percatarme yo de alguna cosa: algo se tejía esa ciudad conmigo.

lunes, noviembre 21, 2005

Gene Tierney que estás en los cielos


Gene Tierney

Te mira y sabes que no podrás conquistarla fácilmente. En cambio, ella te ha conquistado con los ojos. Por perversión literaria recuerdas de inmediato que los ojos que ves no son ojos porque los veas, son ojos porque te ven. Ahora la señora Muir será tu fantasma, asi en la tierra como en el cielo. Pudo haber sido una simple muñequita linda, pero esa malicia en la mirada, casi imperceptible, la salvó. Parece que el ojo derecho se distrae y que el izquierdo tiene a su cargo el trabajo efectivo de seducción que la chica se propone. Quizá. Lo cierto es que el mentón casi perfecto revela la limpidez de su carácter. El delicado diseño de los labios emite señales inconsútiles, difíciles de percibir sin una lectura previa de algún poema del gran Octavio Paz. De la nariz ya nos habló Somerset Maugham: es la misma de Psiquis en el Museo de Nápoles.

domingo, noviembre 20, 2005

Anotación del 20 de noviembre

Hay quienes todos los días rozan la belleza en unas líneas. Sé que a muy pocos les ha correspondido disfrutar de esa elevada gracia. La mayoría jamás logra aproximarse, y si lo hace, sólo será una vez por la cuaresma. Y es bastante.

miércoles, noviembre 16, 2005

Por la melancolía, por el recuerdo


M.M

"Vida...Existo en tus dos direcciones
permaneciendo de algún modo,
colgando hacia abajo casi siempre,
fuerte como una telaraña en el viento,
existiendo con la fría escarcha
más que esos brillos en forma de gotas
que he visto en los cuadros".

(Marilyn Monroe)

domingo, noviembre 13, 2005

Rothko: la noche de la melancolía


Mark Rothko

Giorgio Agamben, un autor que frecuento con gusto desde hace algunos años y que he procurado difundir sin mucho éxito en mi entorno (reconozco que a veces me pongo “ladilla”), escribió un valioso ensayo sobre la melancolía. Ese ensayo está incluido en su obra Estancias y empieza como si fuese una novela de Umberto Eco: “Durante toda la Edad Media, un azote peor que la peste que infecta los castillos, las villas y los palacios de la ciudad del mundo se abate sobre las moradas de la vida espiritual, penetra en las celdas y en los claustros de los monasterios, en las tebaidas de los eremitas, en las trapas de los reclusos”.

Es la melancolía, “el más letal de los vicios, el único para el cual no hay perdón posible”, como dice Agamben cuando concluye el primer párrafo de su libro cautivante. Creo que su ensayo logra ubicar el tema en nuestro tiempo porque todavía Saturno está devorando a sus hijos.

La melancolía, raíz de tantos males, llega silenciosa y como “la resaca de todo lo sufrido” se te empoza en el alma y hace estragos en los poetas y en los enamorados. Es antiquísima. Aristóteles se ocupó de ella y también toda la patrística, hasta llegar al ya clásico estudio de Panofsky y Saxl. Recibió el nombre de “bilis negra”, por vía etimológica y fue ominosamente mentada como “acedia”, “tristitia” o “taedium vitae”.

Bajo el signo ascendente de Saturno, señor de los anillos, el sol negro de la melancolía nos arropa muchas veces. Para conjurarlo, debemos leer a Nerval y (homeopáticamente) a Vallejo, quien, por cierto, nació “un día que Dios estuvo enfermo, grave”.

También podemos leer los poemas desolados de Silvia Plath, de Alejandra Pizarnik y de Hart Crane. Y muchísimas páginas de Virginia Woolf, por nombrar sólo autores que ahora recuerdo.

¿Quién salva a Dios de su melancolía?

Creo que lo salva Rothko, quien tiene en su haber la más oscura noche de la melancolía.

sábado, noviembre 12, 2005

Archie Moore eterno


Moore

"esa perfecta máquina de hacer box que era Archie Moore"
(Ricardo Piglia)

Yo era feliz viendo el boxeo de los sábados,
solo, en el ring side de mi casa.

Ante la cabalgata deportiva gillette
pasaba horas y se me enfriaba la cena.

No había fuerza humana ni divina
que despegara mis ojos del televisor.

Siempre esperaba que apareciera Archie Moore,
el más legendario de mis boxeadores.
Batallaba, resistía, se iba aturdido
e intacto retornaba de improviso.

Nadie lo ha igualado en persistencia.

Acá está, imborrable, vigoroso, eterno.



Edouard Manet


Manet

El día se despliega lentamente.
Es el tiempo de la luz

para todos los rincones de la casa.

Andan como locos los pintores.
Hopper se trajo el mar,
pero es el sol el que fascina.

En la pantalla de mi monitor
está folgando Edouard Manet.


La displicente desnudez
de una mujer sobre la hierba
viste la mañana.

martes, noviembre 08, 2005

¿Noviembre francés?


Mabillon

¿Arde París?

Parece que, efectivamente, arde París. Y no es para extrañarse.
Tanta segregación, tanto racismo (y tanto Sarkozy, ese Aznar francés impresentable), terminan cosechando tempestades.

Tiene historia París en esto de las revueltas pequeñas que se tornan de pronto indetenibles deslaves históricos.

Ojalá no arda París, pero, por favor, que la derecha se rinda algún día. Ya basta.

P.D: "Escoria, chusma, monos". Palabras de Sarkó. Se usan desde hace años. Los Sarkós de la época las emplearon contra los comuneros. Los Sarkós que conocemos nosotros en Venezuela las utilizan todavía.

domingo, noviembre 06, 2005

Diferencias sobre la biblioteca (que no es biblioteca)


La Biblioteca (que otros llaman el universo)

1. Seis de la mañana. Persiste en mí la imagen del vencejo en el poema de Joaquín Marta Sosa que leí anoche: el pájaro roza los árboles, se llena de agua y no se posa nunca.

Recuerdo vencejos en Antonio Machado, en Gimferrer, en Westphalen. Y en Serrat. Si mi biblioteca me lo permitiera buscaría en este momento el poema de Westphalen, pero no. No tengo biblioteca. Tengo “instalaciones de Piranesi” diseñadas por Carlos Zerpa para ilustrar el caos.

2. Miré los muros de libros de la biblioteca mía y desistí de buscar ese volumen de Pavese que tanto quería releer.

3. Arreglos en la biblioteca. Búsqueda infructuosa. Ahora que la biblioteca está más o menos ordenada me percato de que me faltan algunos libros. Bueno. Debo buscar un poco más, para poder darlos por desaparecidos. Con el desorden anterior no era posible apreciar si algún volumen se había esfumado. Una vez Calvino y sus propuestas para el nuevo milenio se me hicieron invisibles como las ciudades del mismo autor. Aparecieron un día, sin que las estuviera buscando. Eso espero que me ocurra ahora con Isaac Deustcher y sus libros sobre Trotski, con un volumen de poemas de José Kozer y con las memorias de Joan Perucho.

Minutos después de escrita la anterior anotación conseguí en la parte de atrás de un estante olvidado los libros de Deustcher. Van apareciendo los libros invisibles. Es cuestión de ir llamándolos con calma, en voz baja, con fe.

lunes, octubre 31, 2005

Melancolía


Ron Mueck

La exposición está en el Grand Palais de París y es, probablemente, la apoteosis universal de la melancolía, “bilis negra”, que le decían lo antiguos. Yo eché de menos una obra que no podía faltar, pero faltaba. Tengo la esperanza de verla algún día en El Tigre (por favor, no tomen este post como notitia criminis).

La impresionante exposición la cierra una escultura del australiano Ron Mueck, sol negro de la melancolía..

Que Saturno, el señor de los anillos, nos proteja.

sábado, octubre 29, 2005

Trieste, solitario y final


Claudio Magris

29-10-05:

Pienso en Trieste. Quisiera ir a Trieste algún día.

Mi amigo Santiago Pol está ahora en Trieste. Lo envidio.

Con Miguel Barnet hablé de Trieste en París. También Miguel se encuentra en Trieste.

(“Hablar de Trieste en París”: título para un triste consuelo por no haber estado nunca en Trieste).

Confluencias en Trieste: Rilke, Svevo, Joyce, Saba, Valery Larbaud, Paul Morand, Mandiargues, Benjamin, Crowley, Man Ray, Egon Schiele, tantos otros.

Tras Trieste trovo tres trenos.

Para la tristeza, Trieste, solitario y final.

Trieste, centro del límite, lugar de todas las direcciones.

Claudio Magris tiene su alma en Trieste.

Claudio Magris padece de Trieste crónica.

Trieste habita toda la amable obra de Claudio Magris, príncipe de Trieste.

¿Podré escribir los versos más triestinos esta noche?


jueves, octubre 27, 2005

Coleccionista


Caillebotte

Se atrevió a comprar los cuadros de los impresionistas cuando nadie daba medio por ellos. Formó una colección, la primera gran colección del arte moderno. Se aficionó a la pintura. Seguramente le gustaba mucho Monet como lo revela esta hermosa obra especular.

miércoles, octubre 26, 2005

La joven del violín


Bouguereau


Matisse lo admiró al comienzo. Los impresionistas -y Matisse después- rechazaron ese ojo. Un siglo pasó y otro está pasando, pero allí siguen la escondida perversidad de la inocencia y los enigmas del violín.

lunes, octubre 24, 2005

La marquesa calzada de Ferragamo


Ferragamo

"La marquesa salió a las cinco. La marquesa salió a las cinco calzada de Ferragamo. La marquesa salió a las cinco calzada de Ferragamo y se veía fascinante. La marquesa salió a las cinco calzada de Ferragamo y se veía fascinante, imponente. En sus ojos brillaba la displicencia.


Los zapatos de Ferragamo hicieron de la marquesa una diosa que todos admiraban. Nadie sabía que la marquesa tenía una cita con el ortopedista a las cinco y media.


La marquesa llegó a la plaza a las cinco y dos minutos.


Me enamoré de la marquesa esa tarde".


(E. A. Machado, Teoría de la novela neonachista, p. 14)

domingo, octubre 23, 2005

Otoño en París


Willy Ronis

El bello otoño de París, ese otoño que cantó Prevert inolvidablemente, está admirando ahora la vigorosa lozanía de un fotógrafo longevo (como muchos de los grandes fotógrafos), cuya obra se expone desde la semana pasada en el Hotel de Ville.

La ciudad se reconoce en esas fotos. La ciudad se renueva en esas fotos. La ciudad se hace ciudad en esas fotos. En ellas está toda la gente de la calle, las hojas muertas y las muchachas en flor. Está, en fin, el paisaje humano de esa obra maestra que es París.

El pequeño parisino va ahora en patineta por la calle.

martes, octubre 04, 2005

En lo de siempre


Rothko

04-10-05:

En lo de siempre. Mirar el río hecho de tiempo y agua. La anotación de la mañana, en medio de las sombras que cobijan. Un canto lejano. Los ojos que buscan retener el sueño y sólo consiguen cerrarse por un instante a la luz implacable.

sábado, octubre 01, 2005

Gould de nuevo


Glenn Gould y Nicky

Hará poco más de ocho meses en Isla de Robinson apareció esta foto, bajo el título Concierto de perro para piano y tos. http://isladerobinson.blogspot.com/2005/01/concierto-de-perro-para-piano-y-tos.html

El autor no había leído aún El Rastro de Margo Glantz, ni Contrapunto, de Don DeLillo. Ya lo hizo y, por eso, efusivo, se atreve a recomendar esos dos libros estupendos.

En Contrapunto encontrarán una imagen inolvidable de Thelonious Monk: el pianista sale de un concierto a dirigir el tráfico.

En El Rastro es Glenn Gould y sus Variaciones Goldberg, que también nos conmueven en Contrapunto. Otra imagen indeleble: Gould tose y tararea durante su incomparable ejecución.

Y una imagen que me hago para la adustez de la ortodoxia: Nicky, como era previsible, ladra.

miércoles, septiembre 28, 2005

El Rastro




28-09-05: Me gustaría que este amanecer ocurriera en la playa y que estuviera sonando el aria de las bachianas brasileiras Nro. 5 de Villalobos. Me gustaría que el sol tardase bastante en salir o que se detuviese gozozo en un punto de su aparición y que se pusiera a escuchar conmigo la música más lenta, el sonido de ocho cellos alargados, amables, íntimos. O de dos sonatas sublimes para cello, piano y rubia.

Ahora tomo un libro y leo:

Estoy en Buenos Aires, acabo de llegar, soy Nora García: me han invitado a escuchar en el Teatro Colón un concierto de Daniel Barenboim. Cuando sale el pianista, la gente se pone de pie y aplaude con entusiasmo, largamente. Barenboim no es muy alto, es rubio (¿o muy canoso?, unos cuantos cabellos embarrados en el cráneo); desciende con cuidado, pero con agilidad, un pequeño estrado pintado de rojo (escalón que subraya y a la vez revela la belleza dilapidada de la madera que recubre el escenario), viste un traje negro (es casi, sin llegar a serlo, un smoking), saluda con cordialidad y cierto asombro; cuando se recuerdan algunas de las fotos de sus discos se percibe que ha adelgazado y envejecido, hay una foto especial que me conmueve, en ella Daniel aparece feliz, recién casado con Jacqueline du Pré, su cabellera es voluminosa y oscura, rizada...”.

Sé que seguiré leyendo hoy a Margo Glantz y sus melómanas páginas de El Rastro. Sé que el día está comenzando bien.

martes, septiembre 27, 2005

Onetti y los paisajes invisibles


Onetti

27-09-05:

La mañana. Las primeras líneas. El café. El agua. El poema por leer y el poema por escribir. Las cosas que se despiertan. La luz que se atrasa un poco. El paisaje invisible. El tiempo.

El Turco Najul hablará el próximo sábado de Literatura y Medicina en la clínica Razetti. Fue invitado por Vicente Guerrero para participar en un foro junto con Raúl Díaz Castañeda y Orlando Pichardo. Piensa el Turco leer unas páginas en las que Groucho Marx relata una visita al médico. Me pareció estupenda esa escogencia. Será, incluso, una grouchada inesperada en el ambiente.

Le sugerí al Turco que revisara también otros materiales para que los llevara debajo de la manga, por si acaso. Así, le mencioné que el médico como personaje destacado de algunas obras literarias no me parecía mal tema. Le referí, entonces, a Díaz Grey, un médico de Onetti, borracho y desolado, que en sus momentos de distracción hacía de hombre de ciencia y ejercía su profesión. No olvidaré nunca el final de uno de los primeros capítulos de Juntacadáveres, donde Díaz Grey recuerda “paisajes invisibles” ni tampoco su consultorio en La vida breve, desde donde contempla la llegada del río y las calles sinuosas de la ciudad fundada por Brausen.

Ahora que lo pienso, me digo que debe haber un largo estudio académico sobre este gran médico de la narrativa latinoamericana, así como diversas tesis y tesinas en universidades de Norteamérica sobre su imaginario existencial. Adivino títulos: “El arquetipo hipocrático en la obra de Juan Carlos Onetti”, “Díaz Grey o la soledad profunda del médico”, “La semiótica de la medicina y de la literatura en una alianza onettiana”, “Poesía y medicina en la Santa María de Onetti”, “Díaz Grey, mitología de un médico novelista escéptico y humano”, “El médico de Santa María y el suicidio”, “Díaz Grey y la etiología de la soledad”, etc.

El Turco pareció interesado en el doctor Díaz Grey y en su ficción melancólica dentro de la ficción onettiana. Ahora copio el fragmento que recordé ayer y paso a contemplar mi propio paisaje invisible:

"Friolento y saltando en el asiento trasero del coche, Díaz Grey olvidó la jornada mientras recordaba sensaciones de otros paisajes invisibles, de otras travesías nocturnas en inviernos lluviosos, de rostros y ademanes, de soledades, de repentinas y cortas creencias. Desde hacía muchos años su memoria era impersonal; evocaba seres y circunstancias, significados transparentes para su intuición, antiguos errores y premoniciones, con el puro placer de entregarse a sueños elegidos por absurdos"

(Juan Carlos Onetti, Juntacadáveres)

sábado, septiembre 17, 2005

Los tigres beben sueño...


Los tigres beben sueño en esos ojos
(Octavio Paz, Piedra de sol)

Copio un poema del nicaragüense José Coronel Urtecho, para seguir con la "tigritud" del neonachismo:

"EL TIGRE ESTÁ EN LA NIÑA

(`Tiger! Tiger! burning bright
In the forest of the night`
William Blake)

El tigre está en los ojos,
Preso entre curvas mansas, perezosas,
Despertando del lodo como vegetaciones
Entre panales y gorgeos al borde de la cama.
El grifo abierto, el rumor, el vapor de la bañera,
El zumo de naranja, las tostadas,
Todo lo que se apunta con la lengua del lápiz,
El gesto de la mano que suelta una paloma,
Los pechos como nidos ocultos en las ramas
Y una serpiente dulce como un canto
Entre viejas consolas y entre jaulas de flores.

Buenos días, muchacha hace tiempo olvidada,
No despiertes del todo en la visita,
Sigue tus infalibles líneas ecuatoriales,
Siempre dormida, virginal, obscena.

¿Conoces tú a la dama de la mano en el pecho?

El tigre está en la niña del ojo de la mujer."

(José Coronel Urtecho)

miércoles, septiembre 14, 2005

Cocineros en Medellín


Cuchi, Rufa y Ricardo

Cuchi y Ricardo representaron a Venezuela. Rufa a Colombia. La cocina venezolana y la colombiana se lucieron. Felicitaciones.

sábado, septiembre 10, 2005

Monod actúa

En un primer plano debe aparecer Guy Monod. Ha de estar concentrado en lo que escucha. Escuchará a Glenn Gould en las Variaciones Goldberg. Mientras el plano se va abriendo, aumentará el volumen de la música. Descubriremos que Monod también está leyendo. Vemos la tapa del libro y leemos: "Contrapunto, Don DeLillo". Algo en el ambiente nos dice que Monod está actuando para la primera escena del neonachismo buñueliano.

El montaje en paralelo permitirá saber que al mismo tiempo Tigre Garmendia apresura el difícil paso en la calle Bucareli. Lleva un libro en la mano. Apenas podremos apreciar una M en su portada...

El director (o el escritor) grita "Corten" y llega, por ahora, hasta aquí.

miércoles, agosto 31, 2005

Las ínsulas extrañas


Juan de Yepes

Las búsquedas del Manifiesto Neonachista apuntan ahora hacia una isla. Monod piensa que se trata de la isla con más nombre de isla que encontrarse pueda, es decir, esa especie de tautología geográfica llamada Islandia. De ser así, la hipótesis de que en la obra de Borges puede encontrarse el mapa del tesoro neonachista, cobra fuerza, sobre todo, si atendemos a la enorme devoción que el neonachista porteño profesaba por todo lo islandés. No obstante –me dice en un email el licenciado Raydán- la verosimilitud de esta conjetura es “alegría de tísico”, en virtud de que si bien la ubicación del manifiesto estaba integralmente cartografiada en la obra de Borges, ésta también da cuenta de que el Mapa que contenía la preciada información fue destruido por las inclemencias del tiempo. Hay, de todos modos, alguna esperanza: pedazos de las ruinas de ese Mapa pueden encontrarse todavía en algún lugar impreciso...

El mexicano Fernando del Paso en su interminable Palinuro de México refuerza una tesis de Henry S. Leprince: el manuscrito neonachista se encuentra en todas las islas. Del Paso incluye en el catálogo de islas a la Isla de los Universales, “una isla que está en todas partes y no está en ninguna, porque es, en realidad, la Isla en sí, la Isla como concepto universal habitada por todos los otros conceptos universales: el caballo universal, el publicista universal, el triángulo, la mesa, el río, el Palinuro universal. Siendo pues esta Isla todas y ninguna, en mayor o menor grado todas las Islas comparten sus cualidades y defectos universales: su audacia y su timidez, su belleza y su fealdad, su riqueza y su miseria, su malicia y su ingenuidad, su lucidez y su insania. Todas las islas participan, sobre todo, de su obviedad”.

Raíces del neonachismo se encuentran también en San Juan de la Cruz. Guy Monod, ducho en intertextos, postula que el verso “las ínsulas extrañas” es una especie de santo y seña neonachista, lo que explica su profusión en los títulos de muchos libros y su frecuente aparición intertextual en la prosa de autores muy diversos, no necesariamente sanjuanistas. Monod nos recuerda, entre otras, las Insulas Extrañas del peruano Emilio Adolfo Westphalen, las Insulas extrañas de Ernesto Cardenal y las Insulas Extrañas de Valente y Sánchez Robayna.

martes, agosto 30, 2005

Malcolm Lowry y el manuscrito


Malcolm Lowry

Encontró también el Turco Najul en la temible novela Bajo el volcán de Malcolm Lowry (paisano de Eduardo Machado y de los Beatles), esta nota:

"Toto De Lima me habló en una ocasión de una especie de manuscrito esotérico que había provocado increíbles metamorfosis en un amigo suyo. Lamento ahora muchísimo no haberle prestado en ese momento una adecuada atención a la narración de Toto, sobre quien recayó siempre una injusta imagen, no de mentiroso, pero sí de exagerado incorregible. Alcanzo a recobrar algunos datos: el manuscrito era un texto literario que pasaba sin solución de continuidad de la prosa de ficción a la poesía y de ésta al ensayo y que, al parecer, estaba originalmente escrito en tagalo. Toto De Lima llegó a ver una copia francesa del misterioso libro. Y ahora que digo ´libro`, me percato de que mi memoria ha recobrado en este instante un dato muy valioso: Toto habló de un libro voluminoso como la Biblia".

La defensa neonachista de la poesía


Carlos Martínez Rivas

La tendencia centroamericana del neonachismo hizo una lúcida defensa de la poesía y de los borrachos. El Turco Najul, neonachista de linaje, me hizo llegar un poema de la referida tendencia, perteneciente a Carlos Martínez Rivas, el autor de un libro cuyo título es toda una proclama neonachista: La insurrección solitaria. Copio el poema:

ESPIRITU DE GREMIO
y Defensa de la Poesía

El Doctor León Pallais Godoy me espetaba:
-“Para mí, un borracho es una bestia”-.

Yo, nunca he podido ver un borracho
como a una bestia. Siempre, tras expósita
niña del ojo, arde luz vulnerable.

Pero al insensible, y al agresivo,
hacia, y contra la poesía, a ése
sí que lo veo como a una bestia.

Aun si estando borracho, ¡siempre bestia!


El Turco guardaba una copia de ese poema dentro de las páginas de un ejemplar de Bajo el volcán, la terrible novela de Malcolm Lowry.

domingo, agosto 28, 2005

En pos del Manifiesto Neonachista


Manuscrito

La búsqueda del Manifiesto Neonachista es una tarea que ahora ocupa a Guy Monod y a Henry S. ¿Existió realmente ese manifiesto o es una invención de Guy Monod? ¿Existe Guy Monod o es una invención del neonachismo? ¿Sólo hay un Guy Monod o deambulan varios por la red? Hay quienes, como Eckar Salomón Raydán, postulan la hipótesis de que el Manifiesto Neonachista existe, pero que para su mejor protección fue fragmentado y sus piezas repartidas con suma discreción en diversas obras importantes de la literatura universal, algunas todavía inéditas. Recordemos –dice el imaginativo libanés- que ciertos escritores han denunciado una especie de virus que incorpora en sus originales textos no escritos por ellos. Algunos logran suprimirlos, pero otros quedan fascinados por esas apariciones misteriosas y las mantienen gustosos en sus libros. Quizá el Manifiesto Neonachista haya sido sembrado por esa vía en varias de las obras literarias que alojan actualmente sus párrafos dispersos. Por lo menos eso conjetura el licenciado Raydán, quien ha propuesto la creación de una comisión intercontinental de eruditos encargada de armar el todavía ilusorio rompecabezas neonachista. Raydán opina que la comisión deberá presidirla Guy Monod o alguna de sus advocaciones.

sábado, agosto 27, 2005

El abismal problema del tiempo


Salvador Dalí

26-08-05:

El tiempo, el abismal problema del tiempo (Borges) nos ha deparado relojes, tratados filosóficos, poemas, ucronías, soliloquios, simultaneidades, leyes de la física, disparates, alegrías. Y sigue ahí, campante, generando relojes, tratados filosóficos, poemas, ucronías, soliloquios, simultaneidades, leyes de la física, disparates, alegrías y esta nota ínfima que creo haber concluido.

“¿El tiempo? El tiempo pasa”, dijo Octavio Paz que dijo Marcel Duchamp cuando le preguntaron por el tiempo.

El primer tiempo, El tiempo perdido, el tiempo que transcurre, el tiempo recobrado, el tiempo nublado, el buen tiempo, el mal tiempo, el contratiempo, la guerra del tiempo, el tiempo vivido, el tiempo desandado, la carrera del tiempo, el tiempo remoto, el tiempo de lluvias, el tiempo de sequía, la música (esa misteriosa forma del tiempo), el tiempo que es, el tiempo que ya era, el tiempo que vendrá, el tiempo que no hay, el tiempo que queda, el tiempo que se fue, el tiempo que tienes, el tiempo que no tienes, el tiempo que me quitas, el tiempo que doy, el tiempo del desprecio, el tiempo que es oro, el destiempo, el tiempo libre, el tiempo tomado, el cierto tiempo, el tiempo que hago, el tiempo que fluye, el tiempo que falta, el tiempo que sobra, el tiempo encarnado, el pasatiempo, el tiempo rápido, el tiempo lento, el entretiempo, los tiempos mejores, el tiempo en que fueron Itálica famosa campos de soledad y mustios collados, el segundo tiempo, el tiempo físico, el tiempo psicológico, el tiempo histórico, el tiempo narrativo, el tiempo añorado, el tiempo pedido, el tiempo lineal, el tiempo circular, el tiempo de rotación, el tiempo de traslación, los tiempos del verbo, los tiempos modernos, César Tiempo, el tiempo dado al tiempo, el tiempo real, el tiempo ideal, el tiempo ilimitado, los tres tiempos, el tiempo previo, el tiempo contado, los tiempos aquéllos, el tiempo absoluto, el tiempo relativo, el tiempo irredimible, el tiempo muerto, Ser y Tiempo, el tiempo refutado, el nuevo tiempo, el tiempo antiguo, el tiempo de paz, el tiempo de guerra, el tiempo complementario, el tiempo de callar y todos los tiempos del Eclesiastés, el tiempo-sustancia del que estoy hecho, el tiempo-río que me arrebata, el tiempo-tigre que me destroza, el tiempo-fuego que me consume, el tiempo que soy yo, que soy Borges.

También los hombres son ciudades


Cavafy

No se posee un lugar en el mundo por haber nacido en él o por habitarlo alguna vez o durante mucho tiempo. Los lugares que verdaderamente nos pertenecen nacen en nosotros, no nosotros en ellos. Nos ocupan, no los ocupamos. Nunca sabemos a ciencia cierta cuándo alcanzan esa cualidad y cuándo obtenemos su pertenencia. El famoso poema de Cavafy recoge ese fenómeno, aunque la ciudad que te acompañe no sea aquella de donde físicamente partiste. Puede ser otra. La ciudad llevada adentro crece en cualquier sitio que nos depare la errancia. Puede ocurrirnos que estemos en el mismo lugar toda la vida y esa relación íntima no llegue a presentarse nunca. También puede acaecer que un día un pájaro se pose en nuestro balcón y sea el portador de esa epifanía. O que caminando por la misma ciudad de siempre, en algún recodo trajinado, se haga la luz de un arraigo repentino. Sólo los lugares tienen dioses. Al dios del lugar dedicó José Angel Valente un hermoso libro. Ese lugar es la palabra.

domingo, agosto 21, 2005

No me gusta este diario

20-08-05:

Un diario puede ser un desahogo. Lo es. Puede ser también un ejercicio literario. Lo es. Y puede ser las dos cosas simultáneamente. Puede servirnos como borrador no deliberado de otros textos, como anticipo involuntario de una visión literaria después aprovechable. Yo, por ejemplo, me he valido de éste para redactar posteriormente algún articulo o para tratar de elaborar un poema. Quizá no termine elaborándolo, y si esto llega a ocurrir, su resultado suele ser notablemente inferior (o distinto) a las líneas del diario que sin saberlo lo precedían. Y el diario sigue ahí, revelando con el tiempo imágenes, detalles, intuiciones y hasta hechos que hoy no alcanzo a descifrar (o a descifrar del todo). Aún así, no me gusta este diario.

No me gusta este diario. Me gustan los diarios de Julio Ramón Ribeyro, llenos de historias, de enfermedades, de escrituras. Me gustan los ensayos que Alejandro Oliveros publica bajo el título de diarios literarios, me gusta la cotidiana y fresca erudición que sus páginas revelan. Me gusta el diario de Luis Felipe Vivanco y el amor por la poesía que ese diario exhala, un amor que permite soportar la miseria, el exilio interior y la asfixia intelectual de la España franquista. Me gustan las bellas anotaciones de Andrés Sánchez Robayna, sus reflexiones sobre la palabra poética. Me gusta el diario desesperante de Alejandra Pizarnik. No me gustan muchas páginas de los diarios interminables de Andrés Trapiello, pero me gustan algunas páginas de los diarios interminables de Andrés Trapiello porque en ellas un ambiente, un decorado, una nimiedad, se hace de pronto maravilla. Lo que no me gusta, definitivamente, es este diario.

viernes, agosto 19, 2005

Trotski


Trotski

"Saludo al camarada Trotski, soberbiamente vivo y que verá de nuevo sonar su hora, saludo al vencedor y al gran sobreviviente de octubre, al teórico inmortal de la revolución permanente". (André Breton, 11-11-1938)

El 20 de agosto de 1940, cerca de las cinco de la tarde, Ramón Cordero Mercader entra a la casa de Coyoacán como Pedro por la suya. Ya se había ganado la confianza del camarada Trotski, a quien viene a entregarle un artículo para su revisión definitiva. Ambos pasan al despacho, silenciosamente fraternales. Cuando Trotski empieza a leer el artículo, sentado ante su mesa, Ramón Lobo Mercader no pierde ni un segundo para perforarle certeramente la cabeza leonada con un punzón. Trotski lucha en vano con el asesino.

El 21 de agosto, mientras agoniza en el hospital, Trotski recibe la visita de un joven de veinticinco años, que pudo ver las manchas de sangre y yodo en la barbita gris de su ídolo, como lo contará después en uno de sus libros estupendos. Ese joven se llama Saul Bellow. El mismo día, a las siete y veinticinco de la noche, muere León Trotski.

Han pasado 65 años.

P.D: Tomé la anécdota de Saul Bellow del libro de Martin Amis que he estado leyendo estos días. Por cierto, quiero informarle a Guy Monod o a su máscara, que Amis no desea que Trotski salga bien parado de sus páginas.

lunes, agosto 15, 2005

Las autobiografías de Martin Amis


Martin Amis

15-08-05:

Inicio la lectura de Koba el Temible. Sé que estoy frente a otro libro autobiográfico de Martin Amis, pero sé también que estoy frente a un alegato contra las tiranías y frente a una descarnada revisión de un pasado personal donde el padre de Amis seguramente no saldrá muy bien parado. Inicio la lectura esperando mucho de este libro, esperando mucho de Amis, a quien leo siempre con deleite.

miércoles, agosto 10, 2005

¿Lo que más admiro en un escritor?


Nicole como Virginia

Respuesta de Lezama:

"Que maneje fuerzas que lo arrebaten, que parezca que van a destruirlo. Que se apodere de ese reto y disuelva la resistencia. Que destruya el lenguaje y que cree el lenguaje. Que durante el día no tenga pasado y por la noche sea milenario. Que le guste la granada que nunca ha probado, y que le guste la guayaba que prueba todos los días. Que se acerque a las cosas por apetito y que se aleje por repugnancia".



lunes, agosto 08, 2005

Dánae teje el tiempo dorado sobre el Nilo (Lezama)


Dánae. Gustav Klimt.

Después de la sensual imagen de la Dánae de Klimt, estas palabras de Vargas Llosa:

"¿Quién eres?

-La Danae de Gustav Klimt, naturalmente.

No importa quién le sirviera para pintar ese óleo (1907-1908). El maestro te anticipó, te adivinó, te vio, tal como vendrías al mundo y serías, al otro lado del océano, medio siglo después. Creía recrear con sus pinceles a una dama de la mitología helena y estaba precreándote, belleza futura, esposa amante, madrastra sensual. Sólo tú, entre todas las mujeres, como en esa fantasía plástica, juntas la pulcra perfección del ángel, su inocencia y su pureza, a un cuerpo atrevidamente terrenal. Hoy, prescindo de la firmeza de tus pechos y la beligerancia de tus caderas para rendir un homenaje exclusivo a la consistencia de tus muslos..."

MARIO VARGAS LLOSA (Los Cuadernos de don Rigoberto).

domingo, julio 31, 2005

Una caricatura...o el burdo y su mujiquita

Un dibujo de Ricardo Aguilar contiene ahora el excelente retrato de los pobres conjurados, justo en el momento en que eran sorprendidos en su estelar operación de comando académico. Hoy ese retrato circula casi como notitia criminis y, desde luego, como chiste que castiga la estolidez incontrolada de dos novatos en trance de ejercer el deplorable oficio de ambicionar ilusoriamente poderes irrisorios.

(“Ambición de poderes irrisorios”. Es que no se me ocurre en este momento otra frase para la triste infamia que registro y que Ricardo supo trasladar magistralmente a la crueldad infalible de la caricatura).

Por cierto, no recuerdo ahora si la sonrisa de la hiena fue capturada por el retratista.

martes, julio 26, 2005

Un domingo en el Boulevard Grenelle


Boulevard Grenelle. París

Buscando especias para Biscuter.

Juego con la cámara.

Disfrute del mercado callejero.

domingo, julio 24, 2005

Pájaros

Muy cerca andan los pájaros cantando. Todos los pájaron están cantando ahora en mi ventana. Lo hicieron hace años cuando otros les lanzaban piedras.

La universal ferocidad de la infancia, sus manos que espantaban.

Siempre los oigo, sin proponerme nunca descifrar lo que dicen.

Amanece. Amanece porque muy cerca están los pájaros cantando.

viernes, junio 24, 2005

Pero el viajero que huye...


Gardel

Si bien me inclino hoy por Goyeneche, no escapo -ni pretendo escapar jamás- del tentacular mito de Carlos Gardel. Es más, creo en ese mito que disfruto de cuando en cuando recordando letras, imágenes, comilonas, caballos, ciudades, libros, tertulias y alegrías. Forma parte de mi culto privado a la Argentina, junto con Borges y Maradona, asociados amablemente por obra y gracia de mi arbitrio.

Mi Gardel doméstico o de salón, es también, un inevitable Gardel literario. Es un Gardel pasado por la mágica pluma de Julio Cortázar o figurado con desdeñoso dandysmo intelectual (no exento de secreta admiración) nada menos que por Borges. Ese Gardel sigue cantando.

Hoy quiero que lo haga en un excelente poema de un escritor de Puerto Rico (Hjalmar Flax) que copio de seguidas:

"TANGO PARA ARTURO

(In memoriam Arturo Tríaz Grimes)

1.
Querido Arturo,
estoy en Buenos Aires,
en el Museo Carlos Gardel
con una pena enorme porque no estás aquí,
ni en ningún sitio, que yo sepa.
Hace tiempo que no sé de ti.
No me has llamado,
de ninguna forma te has comunicado
con tu amigo que te extraña.
Supongo que no sabes,
que la voz de Gardel fue declarada
patrimonio de la humanidad.
La voz que ya, quizá, no escuchas
y yo sigo escuchando.
La misma voz que flota en los espacios
de este museo modesto.
Sólo la voz, la voz sin cuerpo.
Sólo el sonido: timbres y matices.
La voz que descubrimos juntos
cuando éramos niños y nos creíamos hombres.
La voz que fue creciendo con nosotros
y que sonaba cada vez mejor.
La voz de la pasión y la añoranza.

2.
El tango es una entrada sin salida,
una pasión que nunca se consuma
y siempre te consume,
un sentimiento trágico que ciñe el pensamiento,
un camino estrecho que el tiempo nunca borra,
un poema de Vallejo,
un deseo de volver al paraíso
traspasadas las puertas del infierno.
Querido hermano,
entraste y te encerraste,
y viviste tu vida como un tango
cantado por Gardel.
¿Quién sabe qué buscabas?
¿Quién sabe qué encontraste?
Sólo sé que una tarde ya no estabas,
y persisten el susto y la tristeza.

3.
Sólo decirte quiero en lo imposible,
Arturo que no estás o donde estés,
que estoy en Buenos Aires,
que estuve en el Museo Carlos Gardel,
que fui a La Chacarita y visité su tumba,
que estoy en un café
tomándome un coñac con tu recuerdo.

Hjalmar Flax

martes, junio 21, 2005

Uno de los cafés de Sartre y Simone de Beauvoir


CAFE DE FLORE

A pocos metros está otro lugar sartriano famoso: Les Deux Magots.

Y la placita, ahora con su nombre.

Sartre cumple hoy cien años


Sartre

Aunque algunos se lo hayan propuesto de manera deliberada, no es posible olvidar a Jean Paul Sartre. Así, hoy celebramos el centenario de su nacimiento y si no fuese trágico, nos reiríamos de los patéticos ex-izquierdistas del presente, que con encono indigno de cualquier causa, han querido lapidar con odio la memoria de uno de los más grandes filósofos y escritores franceses de todos los tiempos. Lo cierto es que ahí está El Ser y la Nada, exaltado críticamente hace muy poco por Eugenio Trías. Y está también La náusea, leída por los jóvenes de ahora sin los prejuicios que los viejos tenemos ante las relecturas, sobre todo, de aquellos libros que adoramos hace años. Y es que Sartre cumple cien, pero no los aparenta.

Yo tenía catorce años cuando me enteré de que había un señor diabólico en Francia que se había atrevido a rechazar nada menos que el Premio Nobel de Literatura. Desde ese día comencé a indagar por su obra y sus ideas con voraz curiosidad.

Algunos lo adoraban, ciertamente, pero para otras era más que detestable. Del existencialismo sólo había tenido noticias por un tipo de fiestas que organizaban algunas vecinas para escándalo de las señoras del barrio. "Fiestas existencialistas", les decían, y desde luego, si algo ostentaban de Sartre, era sólo la asociación pecaminosa que su nombre provocaba. No fui a ninguna de esas fiestas, pero sí leí La Náusea pocos años después del 64. Y me declaré existencialista, y hasta marxista de la tendencia Sartre (más tarde lo sería también de la tendencia Groucho). Celebré el prólogo a Los condenados de la tierra, de Fanon y tuve en Sartre un ejemplo de intelectual comprometido, es decir, de "mal ejemplo" permanente para las conciencias tranquilas.

Pasada la euforia del mayo francés, abandoné por un tiempo a Sartre y preferí a Camus. Ahora los reconcilio en mi recuerdo, y a cada uno le otorgo lo que yo creo que valen.

Hoy quiero rescatar unas líneas que Juan Nuño, mi maestro, trazó con imborrable tinta en un libro apasionado. El libro se llama simplemente Sartre:

"Confesar la pasión por Sartre es, ante todo, declarar la edad: generación de la postguerra, y rememorar el credo de aquella juventud: aceptar las totales consecuencias de una irrestricta libertad del hombre, responsable único ante sí, sin Dios ni amo alguno. Reconocer que, bajo más de una ceniza, la vieja pasión permanece inextinguible equivale a mostrar la radiografía ideológica: el corazón irremediablemente a la izquierda; la cabeza crítica, independiente de cualquier dogma (en especial, el stalinista), pero con el cerebro recorrido por dos virus no siempre conciliables: liberación del hombre, revolución total; el socialismo metido en los huesos; en la boca del estómago, náusea permanente por la burguesía y sus productos: capitalismo, fascismo, imperialismo y el más purulento de todos, colonialismo en cualquiera de sus mutantes formas...

Este libro es una recaída: la vuelta a Sartre. Para comprobar su irritante actualidad."

El tiempo...el tiempo pasa, así decimos todos, decimos siempre. También pasan las ideas y las cambiamos, como debe ser. Hay quienes se enorgullecen de ello (y no está mal), pero también hay quienes, de contrabando, han cambiado de ideales y de sueños, o lo que es peor, han dejado de tenerlos. De más está decir que esos seres no están invitados a la fiesta de este cumpleaños.

viernes, junio 10, 2005

La tarde perdida y recobrada


El fetichismo literario

Esa tarde Luisana se preguntaba a dónde íbamos. Habíamos dejado la avenida de Champs Elysées y tomado la calle Washington, sin rumbo cierto, hasta que nos topamos con el boulevard inmenso.

Nos quedó este registro:

La soledad del boulevard Haussmann a esa hora de la tarde.

El parecido de todas las fachadas.

La anchura interminable de la calle.

Y, por fin, tras la fatiga,

"la única ventana en la que todavía hay luz encendida",

la casa de la memoria,

el templo literario

y la foto.

miércoles, junio 01, 2005

Rimbaud en la esquina caliente

Rimbaud se asoma a una ventana del número 10 de la Rue de Buci.

Saluda a Luisana.

Me saluda a mí.

Estamos los dos en la esquina caliente del Quartier Latin.

Es 28 de mayo, día fatídico para la Comuna.

jueves, mayo 12, 2005

Lezama lee

12-05-05:

Oigo a Lezama Lima. Lo oigo leer y respirar.

Está leyendo Rapsodia para el mulo.

Al final de cada verso su palabra asciende, vuela.

Lezama se va ahora por los aires.

El pájaro Lezama

busca aliento para seguir su canto,

su inagotable río de metáforas

y se entrega, pleno, a la vastedad de sus finales.

martes, abril 26, 2005

Víctor Hugo Morales o la palabra


Víctor Hugo Morales

Nunca agradeceré tanto a los heresiarcas de Uqbar el haberme regalado esta inesperada poesía.


Nunca agradeceré tanto a la poesía el haberme permitido disfrutarla en su aparición menos pensada.


Y es que nunca me imaginé que la narración imposible de un gol fuese tan absolutamente superior al gol narrado.


Y es que nunca había encontrado un ejemplo más vivo del infinito poder de la palabra.

domingo, abril 17, 2005

Adriana Varela: garganta con arena


Adriana Varela

Adriana Varela tiene una voz fascinante, muy personal. Algunos modos suyos de cantar me recuerdan a Goyeneche, su admirado maestro. No es para menos ni podía ser de otra manera. Ella se inició en el tango con el insuperable polaco. Antes cantaba otras cosas.

El video que me trajeron Martín y María Antonia es excelente: un concierto completo de Adriana, una entrevista con Adriana, testimonios de artistas sobre ella y un video clip (“Con la frente marchita”). Todo un banquete.

Adriana Varela: poesía, garganta con arena.

miércoles, abril 13, 2005

La trinchera derechista

La otredad, la descalificación, animalización y desprecio por el otro debe ser página pasada. En los sistemas biológicos el adversario se transforma por hibridación, no desaparece por aniquilación. Aún así pienso que hay especies que no pueden cambiar por incapacidad, seguramente ellos mismos terminarán aniquilándose o fagocitándose.

jueves, marzo 31, 2005

Los heresiarcas de Uqbar en Palermo


Martín y María Antonia

31-03-05:

Dos fotógrafos en la ciudad junto al río inmóvil.
Dos artistas que recorren una manzana de Palermo:
Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.

Dos heresiarcas de Uqbar visitando la noche porteña.

lunes, marzo 28, 2005

Un sueño que sigue

28-03-05:

Un no rompido sueño (Fray Luis de León).
Un sueño que sigue.
Una vigilia que no es todavía.

A veces uno se levanta y dice: “estoy dormido aún”.
Eso me pasa en este momento.
Así escribo esta nota.

domingo, marzo 27, 2005

Otro cumpleañero del 27 de marzo


Enrique Santos Discepolo también estaría hoy de cumpleaños.

27-03-05:

Mi orgullo por la fecha, además de Juan Nuño, se llama Enrique Santos Discepolo. Es el orgullo de haber nacido un 27 de marzo, hace ya bastante tiempo.

¡Qué vachaché!, como diría Discepolín.

Mi amigo y maestro Juan Nuño estaría hoy de cumpleaños. Un recuerdo afectuoso para su amistad y su magisterio. Posted by Hello

sábado, marzo 26, 2005


Maradona Posted by Hello

Pichuco Bandoneón tocaba tangos


Pichuco

26-03-05:

Este año se cumplen 30 de su muerte. Fijo 18 de mayo.

"Ese día
al bandoneón
se le cayó Pichuco de las manos"

(Adrián Desiderato: 30 poemas escritos en invierno, Lumen, Barcelona, 1979)

jueves, marzo 24, 2005

Inteligencia y placer de la mesa

24-03-05:

De la inteligencia de la misa
a los placeres de la mesa.

Son versos de Lezama Lima. Están en Himnos para la luz nuestra, de Dador.

Cuchi y yo no vamos a misa. Así que nos quedaremos con la inteligencia de la mesa y también con sus placeres.

miércoles, marzo 23, 2005

Pedro Páramo prosigue

(Pedro Páramo cumple 50 años)

poema
país
paisaje

puro
puerta
puerto

principio
potens
paso

pasado
piedra
persona

palabra
parco
prosa

plena
persiste
persecula

poder
preso
parca

perenne
pedro
páramo