miércoles, junio 18, 2014

El gran Cocodrilo y el fútbol


Efraín Huerta con sus hijos Andrea, David y Eugenia
 
Después de responderle -por puro azar- la pregunta que me hizo para ser admitido como cliente, el gran librero de la “Madero” atendió con humor todas mis demandas. Una de ellas era la de un libro de David Huerta. Cuando oyó ese nombre, dijo de inmediato: “El hijo del gran Cocodrilo” y me explicó el porqué del sobrenombre que todo el mundo le daba a Efraín Huerta, el poeta que llamó a Sor Juana, “maliciosa doncella de las nubes”.  

Enrique Fuentes (así se llama el legendario librero del DF), me habló entonces del “cocodrilismo”, una corriente literaria ideada y promovida por el autor de la “Declaración de odio” a la Ciudad de México y que, de algún modo, gravitaría después en Roberto Bolaño y los “irrealistas”. Bien. Ese escritor (que declaraba odiar), sustentaba su espíritu “en un amor por sus semejantes” que impregnó toda su obra, como lo dice la nota que precede sus textos en la memorable antología Poesía en movimiento, prologada por Paz y elaborada por éste, Pacheco, Chumacero y Aridjis.   

Hoy Efraín Huerta está de cumpleaños. Para celebrar sus “cien”, México develará la próxima semana en la Avenida Juárez un cocodrilo, como declaración de amor a su poeta. La escultura la hizo Juan Manuel de la Rosa.
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Para no salirme de la fiesta futbolera que ayer prendió el imbatible portero Ochoa en el Zócalo, se me ocurre volver hoy a un curioso ensayo de Efraín Huerta, en el que se enlazan con gracia, deporte y literatura. La primera estampa de ese divertidísimo paseo, es, precisamente, de fútbol y revela, entre otras cosas, el olfato que tenía Huerta para pescar maravillas. Se la dedica a Onetti y acá está: 

En una despaciosa página de El astillero (Casa de las Américas, La Habana, 1968), al regresar Larsen (Juntacadáveres) a la casilla al lado de sus amigos y de aquella mujer, Juan Carlos Onetti bordea el hastía de esta manera: ´Y luchaban contra el silencio, torpes, con la primera frase de sentido heroico que podían componer o recordar: Es problemática la inclusión de Labruna´. 

Onetti sale de su gabinete y traslada –brinco mortal- la sordidez de su relato al aire abierto del estadio de fútbol. Los hombres hallan la ´frase de sentido heroico´, y se atormentan pensando si el formidable delantero Angel Labruna será incluido en el juego que mañana habrá de celebrarse en el Estadio Centenario de la ciudad de Montevideo. Su inclusión es problemática… 

Honores para el Gran Cocodrilo centenario.