GOYA. Maria Luisa de Parma
Me acordé de pronto de la palabra “guardainfante” y se me vino a la mente una imagen de Velázquez. Después fue un lento y espeso desfile de aparatosos miriñaques en las pasarelas de otros siglos. Vi, por cierto, un tontillo de María Luisa de Borbón-Parma, registrado con destreza y pulcritud por el genio inverosímil de Fuendetodos. Mientras la española cumplía con la indumentaria de las cortes, su tocaya de Saboya, en rebeldía, mostraba sus calzados sin pudor. En el cuadro de Goya, el detalle de la punta de los zapatos vale oro. Y no pensemos mal. El valido de Badajoz no estaba por ahí escondido…
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