martes, marzo 28, 2006

Alejandra y el deseo de la palabra


Alejandra Pizarnik


Alejandra en mi memoria es el perdido volumen de Ocnos que conocí por Antonio Beneyto.
Alejandra está allí con sus muñecas desventradas, con sus insomnios, con sus jardines, con sus juegos verbales, con sus obsesiones.

Alejandra escribe la última carta a Ivonne Bordelois. Cierra el sobre y se sume para siempre en los cielos de la poesía.

domingo, marzo 26, 2006

27 de marzo


Discépolo

Feliz cumpleaños Juan Nuño.
Feliz cumpleaños Antonio Arráiz.
Feliz cumpleaños Enrique Santos Discépolo.
Feliz cumpleaños Begoña.

También yo apago velas el 27 de marzo y, como Begoña, seguiré encendiéndolas.

Lo dijo Machado: "Hoy es siempre todavía".

lunes, marzo 20, 2006

Desnudos en Caracas


Caracas al desnudo. Juan Vicente Gómez

Fue ayer. Marzo desnudo. "Desnudos en Caracas", hubiera dicho Fausto Masó.

El ojo de Juan Vicente Gómez lo llama "Caracas al desnudo".

Todos desnudos ayer gracias a Tunick.

jueves, marzo 09, 2006

Kiki de Montparnasse o Man Ray de Kiki


Kiki de Montparnasse. Man Ray

Fue violín de Ingres. Fue reina del Jockey (también de La Coupole). Fue la otra mitad de Man Ray. Fue la modelo de todos en el Montparnasse de los años veinte. Durante un tiempo ella sola fue Montparnasse.

Fue el escándalo mismo. Un día decidió prescindir de las pantaletas y subirse todas las noches a las mesas de los bares.

Fue exuberante y bella. Fue y es una leyenda.

domingo, marzo 05, 2006

El hilo del discurso


Mina


05-03-06:

El laberinto del discurso.

El hilo del discurso que se pierde.

El hilo del discurso es el de Ariadna, pero también es el de Borges.

El laberinto del discurso fue construido el primer día de la creación.

El laberinto tiene entrelíneas, entresuelos, entretelones.

En el laberinto me pierdo y no sé cómo seguir sin el hilo.

Estoy tal vez en el centro del laberinto, pero nunca lo sabré porque en el centro del laberinto ya no se encuentra el Minotauro.

(Teseo Joyce pasó por aquí hace algún tiempo y dio cuenta del voraz).

En el laberinto ya no nos queda, entonces, ni la ilusión de perder la vida en su difícil centro.

Continuamos en el laberinto.

El laberinto es este cuaderno. El laberinto es esta página. El laberinto es esta casa. El laberinto es esta vida.

(La foto de Mina está acá sólo porque hace un momento escuchaba su bella versión de la Balada de Otoño de Serrat)