lunes, octubre 25, 2004

Chavela Vargas

25-10-04:

Bebo café tico en homenaje a Chavela Vargas, Yolanda Oreamuno y Eunice Odio, un trío de ticas que se fueron tempranamente a México porque la conservadora sociedad costarricense no soportaba tanta belleza insólita, tantos "mundos raros", tanta libertad. La segunda murió en casa de la tercera y la tercera murió en la bañera de esa misma casa mexicana. La primera, para fortuna de sus admiradores, canta todavía. Es inmortal.

domingo, octubre 24, 2004

Tres tristes ticas

Soñé que yo era Chavela Vargas y que le cantaba al oído a Eunice Odio para ver si la hacía volver a este mundo con toda su belleza prenupcial.

Después soñé que era Eunice Odio y que recibía en una pequeña casa mexicana a Yolanda Oreamuno, quien llegaba desolada una tarde.

Después soñé que yo era Yolanda Oreamuno y que estábamos las tres en el cielo, lloviendo eternamente sobre Costa Rica.

domingo, octubre 17, 2004

Los trabajos del mar y del amor

17-10-04:

Aquí terminan los trabajos del mar, dijo Seferis. Y esos trabajos eran los trabajos del amor.

El mar inocultable, el mar de Turner, la mar serena, el mar picado, el mar adentro, la mar océana, el mar encantado, el mar llovido (es el de Turner), el viejo y el mar, los mares de Saint-John Perse (el poeta que sigue soñando sueños de mar en el lecho de sus amantes). Todos los mares, el mar de los amores.

Troppo mare. Ne abbiamo veduto abbastanza di mare. A Pavese no le responde el mar, ni el Po, ni la mujer de la voz ronca. Ni amor, ni Roma en el Albergo Amor, un día de agosto del 50.

La asesina inocencia del mar. Lo dijo Yeats. O del amor, lo digo yo.

Alfonsina y el mar se llamaría por amor María y no tan sólo mar como se llama, canta Bernárdez.

Y llega Huidobro y dice Aquí yace Marcelo mar y cielo en el mismo violoncelo.

Pero aquí no terminan los trabajos del amor.

Primera penumbra

17-10-04:

Todo pardo todavía. Aprovecho los momentos del lento amanecer para sentir esta adorable oscuridad que nos iguala. La disfruto. Las cosas no existen. Son fantasmas. Formas borrosas que tropiezo. El silencio apenas se interrumpe. Un coche lejano. Un eco vago. Un ligero ruido.

sábado, octubre 16, 2004

Individualismo, Anarquismo libertario y Capitalismo

He leido algunos textos de algunos "libertarios venezolanos" (¿es acaso posible?) en los que se discute y defiende la posición del individualismo, el anarquismo libertario y el capitalismo (¿es esto también posible?). En sucesivas entregas trataré de presentar algunos argumentos frente a tales ideas.

Primera parte - Del anarquismo y anti-individualismo

De: Fragmento de historias de las ideas políticas - Jean Touchard

"La verdadera doctrina anarquista, aunque rechace toda autoridad, nunca ha sido una exaltación del individuo. El anarquista no es ni individualista ni aristocrático. En el anarquista no hay rastro de desprecio hacia aquello que rechaza: el anarquista no desprecia, odia.

El anarquismo es ante todo, principalmente en Bakunin, una aspiración popular. No combate por el individuo-héroe orgullosamente liberado, sino por la masa popular en su espontaneidad primera, instintiva y brotante. Las masas contra la élite.

Así se explica el papel conferido por el anarquismo a la violencia en la acción de masas. Algunos anarquistas deificarán la violencia, de la que harán un absoluto. Nada de esto existe en los grandes doctrinarios anarquistas. Si no descartan la violencia es por dos razones. Primero, porque es una de las manifestaciones de esa libertad de la naturaleza y de la vida (“El anarquismo es un radicalismo vitalista”, ha dicho acertadamente P. L. Landsberg). En segundo lugar, porque la violencia es el modo de acción de las masas, al menos en tanto que intenten hacer una revolución política antes de hacer la revolución social. ¿Por qué? Porque la revolución exclusivamente política es, o llega a ser, necesariamente burguesa, en beneficio de privilegiados (aunque sean ex proletarios): y en ese caso las masas reaccionan según su ruda naturaleza, con violencia."

Palabra y silencio

16-10-04:

Puertas complementarias, la del silencio y la de la palabra. Una lleva a la otra. Puertas de ida y vuelta. Puertas de la misma casa, la de la vida.

miércoles, octubre 13, 2004

Rimbaud y la Comuna

13-10-04:

Comienza el día. Leo unos versos de Rimbaud sobre las manos de una mujer llamada Juana María:

“El dorso de esas Manos es ese lugar/ que besa todo altivo revolucionario!”.

Rimbaud le estaba cantando a la Comuna.

martes, octubre 12, 2004

Blanqui

12-10-04:

Sigo mi lectura del libro de Albert Olivier sobre la Comuna. Y de repente me asalta un lamento. Fue una verdadera desgracia que antes del 18 de marzo detuvieran a Blanqui, verdadero teórico de la revolución y tal vez la única persona capaz de moderar a los desaforados que estuvieron (entre otros) al frente del fugaz movimiento.

El racismo de clase

12-10-04:

Leí unas lúcidas páginas de Enzo Traverso sobre la violencia nazi en las que hace referencia a la Comuna. Habla allí del “racismo de clase”.

Así como los judíos fueron considerados por los nazis una peste, a los comuneros se les exterminó por lo mismo: eran unos “enfermos”, unos "apestados" a los que debía suprimirse cuanto antes. Nada de "revocatorios" con ellos. Sólo "solución final", para decirlo con un amable eufemismo hitleriano.