03-01-05:
No me imaginé jamás que esta calurosa mañana de enero me depararía en persona unos versos de Tomás Segovia. Vi esos versos hace apenas unas horas. Se alejaban. Eran unas piernas como catedrales, unos muslos para ser acariciados “como un recuerdo pensativo”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario