jueves, diciembre 01, 2005

Sergio Pitol, Premio Cervantes 2005


Sergio Pitol

Ignacio Valcárcel lo llevó al centro de Barquisimeto un día de noviembre de 1994. Su destino: una librería de viejo llamada El azar inmóvil. Había mucho tráfico porque los estudiantes de la universidad estaban manifestando. El se quejaba durante el trayecto. Valcárcel sólo asentía, como es debido.
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Cuchi Morales lo agasajó en su casa de Barquisimeto una noche de noviembre de 1994. El se sentó en una mecedora y conversó gozosamente con Ednodio Quintero, Alejandro Krawietz y los anfitriones. Cuando entraba a la casa, un árbol le llamó la atención. Era un árbol raro y preguntó por él. "Es malgache" le respondió Cuchi. Al despedirse, el anfitrión le obsequió un libro del argentino César Aira.
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Arnaldo Acosta Bello se le apareció en Barquisimeto unos días antes. Él estaba llegando a la recepción del Hilton, cuando de pronto el coordinador de cultura de la Universidad le dice que debe presentarse ante un funcionario policial que despachaba en el mismo hotel. Él obedece y el funcionario le pide el pasaporte. Después de revisarlo minuciosamente, le pregunta: "¿Usted estuvo en Varsovia en el año 72? ¿Usted conoció allí a dos venezolanos subversivos?" El recién llegado responde afirmativamente a ambas preguntas, pero se inquieta. El funcionario continúa su frío interrogatorio: "¿Uno de esos venezolanos era el pintor y escritor Darío Lancini?" -"Sí", responde nuestro personaje, ya con cierto miedo. "Bien, es usted el hombre que espero", dice el funcionario, quien ya no aguantaba la risa y termina confesándose: "Yo soy el otro venezolano subversivo de Varsovia, yo soy Arnaldo Acosta Bello". Se ríen y se abrazan.

Él se llama Sergio Pitol y hace pocas horas anunciaron que se había ganado el Premio Cervantes. Me enteré por Valcárcel, su jovencísimo cicerone de Barquisimeto en noviembre de 1994.

11 comentarios:

Henry S. dijo...

Sospecho que Pitol se llevo el manifiesto de Barquisimeto.

Anónimo dijo...

Comparto la sospecha. Ya empiezo a comprender la desparición momentánea de una maleta...

Guy Monod dijo...

El jurado no sabía que Pitol no es más que un títere, un pelele, un simple instrumento de los designios de Altazor para obtener los 90.000 euros del premio.La visita de Pitol a Barquisimeto, la pérdida del manifiesto, el prolongado silencio entre ambos hechos: todo forma parte de un plan secreto, orquestado desde la biblioteca junto al río turbio. Nadie sabe para quien trabaja.

Pero, ¡oh, desgracia! Altazor le ordenó a Pitol que le entregara el dinero a su emisario: nada menos que e.a.machado.

"Errare humanum est"

Henry S. dijo...

Lo mismo lo tiene ese tal Valcárcel. Altazor debe recordar el nombre de una escritora caraqueña que mandó a Valcárcel hacer muchisimas fotocopias de un texto. En ese momento la fotocopiadora del Hilton, donde estaban reunidos, estaba dañada y Valcárcel tuvo que irse a otro lugar a hacerlas. Cuando llego con un manojo casi infinito de copias la escritora le dijo a Valcárcel que llegaban tarde, que ya no eran necesarias. ¿Que había escrito en aquellas hojas?¿Por que la necesidad de tantas copias y por que la prisa?. ¿ Es Pitol el primer Cervantes neonachista?

Anónimo dijo...

Gracias Altazor, por lo de joven... en realidad fuí yo, Turco Najul, quien tuvo el honor de llevar al hoy Cervantes ante el funcionario policial que lo interrogaría...

Anónimo dijo...

"La biblioteca junto al río turbio".

Esa frase puede servir de título a un libro o a una fotografía de Martín.

Anónimo dijo...

En efecto, Henry S., Pitol es el primer Cervantes neonachista. Espero que en su discurso aparezca el manifiesto.

Monod, no me delates. Y ayúdame a conseguir a E.A. Machado.

"Una biblioteca junto al río turbio es una biblioteca junto al río turbio, no un centro de conspiraciones neonachistas".
(Turco Najul)

Henry S. dijo...

El rio turbio.... Ahí hay algo

Anónimo dijo...
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Henry S. dijo...

Si, era Kozak.


"Kozak y el manuscrito"

Anónimo dijo...

Me gustan mucho estos momentos de la historia de Pitol en Barquisimeto, lástima que me los perdí. Me consuelan el hecho de haber ido muchas veces más que él con Valcárcel al centro de Barquisimeto, de haber sido agasajado por Cuchi Morales durante toda una vida y no solo por una noche y de haberme encontrado con Arnaldo Acosta Bello tal vez más veces que él. Eso sí, los 90.000 euros si que se los envidio bastante!