martes, febrero 07, 2006

Octavio Paz y la desconocida


Octavio Paz

04-02-06: Los pájaros tienen su fiesta esta mañana. Todos cantan.

Ayer en mi clase de Literatura leí y comenté los textos que los alumnos escribieron a partir de El Aleph. Casi todos se referían a recuerdos personales. Me llamó la atención el hecho de que ese ejercicio hasta ahora sólo lo han hecho las mujeres. Ningún alumno ha entregado el trabajo. Al final les leí unas páginas del prólogo de Octavio Paz al tomo de sus escritos juveniles, el maravilloso prólogo titulado El llamado y el aprendizaje. La imagen de la desconocida, o mejor dicho, del acto infantil de escribirle una carta a la desconocida y dejársela en un buzón, todavía gravita en mí. Y también la otra imagen: la del escritor que aguarda por años la respuesta de la desconocida, siéndole fiel a ella y al niño que ese escritor fue alguna vez. Y por último, el azar objetivo de Breton, la conmovedora imagen del encuentro de Octavio Paz con la desconocida: el momento en que la destinataria de su carta aparece encarnada con el bellísimo nombre de Marie José.

El amor imaginario de mi infancia tenía un nombre. No le escribí nunca una carta como hizo el niño Octavio Paz. También para mí era la desconocida, pero tenía nombre: se llamaba Naya. Yo le decía “Mi naya”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta llorando la reina por la perdida de un gran poeta hijo de su tierra, Rafael Zárraga. Disculpe el atrevimiento pero me gustaria que escribiera sobre nuestro ilustre, que consolara a nuestra reina y nos invite a conocer un poco mas de su obra ¡nuestra obra!

Ana Isabel dijo...

Amores de infancia... (verdadero amor).. despues todo se ensucia y muy dificilmente se vuelve a sentir lo mismo... mi mejor experiencia es mi amor de infancia.... sublime, tierno, sagaz y timido algo simplemente supreterrenal.

Martín dijo...

Ví esto donde Tecnorrante:

"¿Puede existir una empresa privada, de corte capitalista, pero con una alto perfil humanista? Conversando con Altazor pude ver ciertas luces al respecto. Debo escribir acerca del tema."

Me pareció interesante pasarle esta pregunta a Izzy Cuyagua, de buena opinión (aunque a veces uno esté de acuerdo o no con él). Es un buen tema, a ver si veo más opiniones acerca de esto.

Un abrazo y feliz fin de semana en Cuba! (con los economistas por cierto)

Anónimo dijo...

Lo supe cuando leí el comentario del "usuario anónimo", pero no quise creerlo y eludí la imagen terrible que se me vino encima. Yo estaba en La Habana. Me refugié en la feria de La Habana para no confirmarme en el dolor. A los dos días, ya en Venezuela, volví a la realidad, pero aún no he hecho el duelo. Aún no he llorado. He vuelto, como el amante de Sardia, a ser un caracol marino. Me consuelo ahora diciéndole a Rafael el título de uno de sus cuentos (el de Sardia): "La brasa duerme bajo la ceniza".

"Usuario anónimo", aguarda un poco. Ya escribiré sobre mi amigo.

Pablo Bautista dijo...

las cartas anónimas... yo nunca he escrito ninguna, pero sí que he tenido alguna. aseguro que la sensación no es placentera, al menos en mi caso. tiene uno la sensación, al final, de que hay un complot alrededor y todo el mundo sabe lo que ponían los prohibidos versos y tiene que salir a la luz a contarlo no sea que todo sea una broma.

Guy Monod dijo...

¿No se llamaría Urganda?
Saludos,
.Guy(jotesco) Monod