domingo, octubre 17, 2004

Los trabajos del mar y del amor

17-10-04:

Aquí terminan los trabajos del mar, dijo Seferis. Y esos trabajos eran los trabajos del amor.

El mar inocultable, el mar de Turner, la mar serena, el mar picado, el mar adentro, la mar océana, el mar encantado, el mar llovido (es el de Turner), el viejo y el mar, los mares de Saint-John Perse (el poeta que sigue soñando sueños de mar en el lecho de sus amantes). Todos los mares, el mar de los amores.

Troppo mare. Ne abbiamo veduto abbastanza di mare. A Pavese no le responde el mar, ni el Po, ni la mujer de la voz ronca. Ni amor, ni Roma en el Albergo Amor, un día de agosto del 50.

La asesina inocencia del mar. Lo dijo Yeats. O del amor, lo digo yo.

Alfonsina y el mar se llamaría por amor María y no tan sólo mar como se llama, canta Bernárdez.

Y llega Huidobro y dice Aquí yace Marcelo mar y cielo en el mismo violoncelo.

Pero aquí no terminan los trabajos del amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el mar que ya era, de Borges, el siempre recomenzando, de Valery, el Nostrum, que son los mares todos más allá de las Ítacas del sueño.