viernes, abril 14, 2006

Briceño y Balza o la arbitrariedad de la memoria


Haidée Balza

14-04-06: Leo a Briceño Iragorry. Leo un discurso de Briceño Iragorry. Menciona a la Iron Mines of Venezuela y me acuerdo de inmediato de César Reyes y de Gisela Madrid, ambos becarios de la Orinoco Mining cuando estudiaban en la UCV y hablaban con burla y miedo, a la vez, de Mr. Burton. César era mi compañero en Derecho y Gisela mi amiga de Periodismo, a quien conocí por César. Ahora que me acuerdo: César divertía a Gisela con Mr. Burton. Tenía montado un número humorístico en el que imitaba al susodicho gringo. Gisela gozaba. Y yo reía, sin entender del todo el contexto del disfrute guayanés de mis amigos.
Con Gisela vi las tetas de Haydée Balza en el Ateneo. Haydée no estaba en el escenario sino en el pasillo. Se trataba de “La Celestina”. Esa función fue un sábado, ya no recuerdo si del 71 o del 72. Lo cierto es que hoy llegan todos a esta nota con la arbitrariedad maravillosa que posee la memoria involuntaria.

1 comentario:

Ana Isabel dijo...

Pienso que la memoria involutaria nos hace escapar a tiempos a veces muy buenos o muy malos, nunca a los puntos medios, graicas a Dios en este caso lo llevo a los tiempos buenos... me parecea algo estupendo de la mente humana esto de la mente involutaria, suele sacarnos de contexto para revivir momentos inolvidables en la vida subjetiva de cada uno de los seres humanos. Saludos