domingo, agosto 06, 2006

El maestro de segundo grado

Paseo del Prado. La Habana


El maestro habla ahora de los primeros pobladores de la isla. Ya lo había hecho de Colón y de sus tres carabelas. Un niño lo sigue fascinado, aunque le cause mucha gracia la suave voz cantada del maestro. Piensa –y con razón- que no es cubano, porque cuando dijo “Santa María”, creyó oírle decir otra cosa. “María sí dijo”, pero “Santa no”.  

El maestro proviene de Venezuela y lleva apenas unos meses en Cuba. Se trata de un joven de 22 años, nacido en San Antonio del Táchira, que llegó a La Habana huyendo de la dictadura de su primo Juan Vicente Gómez. No perdió tiempo y desde su arribo a la isla inició una campaña contra la tiranía venezolana, mediante la publicación de revistas y artículos de prensa que ya alcanzan difusión continental, y que habrán de depararle pronto la honrosa admiración de Vargas Vila. Para sobrevivir, se ha incorporado como maestro de segundo grado en este prestigioso colegio habanero de varones, donde lo hemos encontrado hoy, 1 de octubre de 1921.  

El niño sigue oyendo a su maestro y se imagina un hermoso reino de taínos y siboneyes. Hace un dibujo en el cuaderno, pinta de violeta el mar, y mezcla esas imágenes con las de un país desconocido, de donde dicen que ha llegado su maestro. En su casa dirán: “Venezuela, eso quedará allá, en Jacksonville”, como si aludiesen a la Atlántida o a una comarca muy lejana.  

Después de varias horas, el niño saldrá del colegio con su tiza de costumbre, para rayar las paredes en alegre ruta hacia su casa. Se detendrá en un portón y allí dibujará un barquito y escribirá debajo: “Janta María”, como lo oyó en la clase.
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(El maestro es un tachirense llamado Francisco Laguado Jaime. Por varios años seguirá su prédica antigomecista. Se vinculará a Julio Antonio Mella, así como a los activistas venezolanos que llegarán a la isla buscando apoyo contra Gómez. En 1929 será asesinado por el gobierno de Machado, a instancias del dictador de Venezuela, al tanto de todo, por los muchos y eficientes espías que tiene en el Caribe y Centroamérica. Después de salvajes torturas, Laguado Jaime fue envuelto en un saco y lanzado al mar, en la boca del Morro.  

El niño se llama José María Andrés Fernando y es hijo del Coronel José María Lezama y Rodda y de Rosa María Lima y Rosado. Se le conocerá años después como José Lezama Lima.  

El Colegio es el San Francisco de Paula, situado en Concordia 18. Lo dirige don Pablo Mimó. En sus aulas también estudió el Coronel).

4 comentarios:

Ana Isabel dijo...

Ese León me recuerda al los leones que se encuentran en el Mercado Municipal de Capacho, estado Táchira...

Biscuter dijo...

Deben ser los mismos leones. La vivencia oblicua lezamina lo permite.

Saludos

Tecnorrante dijo...

Reiniciaré la lectura de Paradiso este año, vale la pena hacer el esfuerzo.

Algún día nos sentaremos a disfrutar un almuerzo lezamiano.

Abrazos.

Ana Isabel dijo...

Que honor, saber que un venezolano y a su vez tachirense le dió clases a tan gran escritor..saludos