miércoles, agosto 02, 2006

Elena y los elementos


Moreau

"Paso a la desconocida anegada con la sábana azul de la lejanía.

(...)

Paso a la desconocida: sus pies son cometas frenéticos, sus manos son helechos sagrados, su música, la música silenciosa de los desiertos."

(Juan Sánchez Peláez, Elena y los elementos)

Helena jamás estuvo en Troya.
Lo dijo Estesícoro de Hímera,
siciliano inmortalizado por Platón
en alguno de sus diálogos.
Y le creo.

Así que los griegos se pelearon por un fantasma,
por el eterno fantasma de la desconocida
o por la mujer que no vimos de Paz Castillo,
aunque alguna vez hayamos dado gracias por su rostro,
repitiendo lo que Borges, enamorado,

escribió en su segundo poema de los dones.

Yo sé -nadie más tiene por qué creerlo-
que Helena cumplió años el 30 de julio
y que su fantasma -sólo su fantasma-
sigue causándonos estragos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paris raptó el fantasma de Helena, quien después fue encontrada en Egipto por Menelao. En verdad, Helena no estuvo nunca en Troya.