domingo, octubre 23, 2011

UNEY: Las consecuencias de una resolución que nunca resolvió nada

Los hechos acaecidos con posterioridad a la ilegal e inconstitucional designación de nuevas autoridades para la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY), publicada en Gaceta Oficial No. 39.748 en la resolución 1.374 del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, sólo vienen a confirmar las intenciones de controlar y “entrar a saco” en la UNEY por parte de la jauría politiquera local, con apoyo, esta vez, de altos funcionarios del MPPEU.

En un inicio de actividades que aparentaba normalidad, tras la infeliz decisión del MPPEU, el día 15 de septiembre la UNEY reabre sus puertas para el inicio de actividades administrativas, en tanto que las académicas se iniciaban el 19 del mismo mes. Las personas designadas aparecen en las oficinas del rectorado, presionando por la entrega sin haberse juramentado y sin esperar los tiempos de ley.

El 16 de septiembre en reunión con el Viceministro de Desarrollo Académico del MPPEU, Rubén Reinoso, se adelantó información acerca de los planes del Ministerio, entre otros, la conformación de los Subcomités Regionales de Educación Universitaria. Asimismo el mencionado funcionario expresó el reconocimiento que desde el Ministerio se tiene de la gestión y el trabajo de la UNEY, dejando en claro que el cambio no respondía a una ninguna valoración negativa de la universidad, sino a una "estrategia política", que se limitó a exponer de una manera vaga e imprecisa. Reinoso afirmó, además, que no habría elecciones "en las actuales circunstancias del país y en el contexto de la Ley de Universidades del 70", como si en la UNEY se hubiera pretendido alguna vez desconocer la establecido en la novísima Ley Orgánica de Educación, que permite, como todos saben, un universo electoral universitario democrático e incluyente.

El 22 del mismo mes se realizó una asamblea, donde funcionarios de la Consultoría Jurídica del MPPEU hablaron e insistieron en la potestad de la Ministra Córdova para realizar los cambios. Dijeron además, que los temas planteados por estudiantes, profesores, administrativos y obreros, debían ser respondidos por la propia Ministra Córdova. Las personas designadas como autoridades se limitaron durante la reunión a establecer distancia con la comunidad uneyista y dejando entrever sus planes de sectorizar a los trabajadores de la UNEY, desconociendo así a la Fundación La Comuney, única instancia universitaria en el país que reúne en un mismo seno a docentes, administrativos y obreros.

El día viernes 23 de septiembre la comunidad uneyista se quedó embarcada esperando al Viceministro Reinoso quien había empeñado su palabra en la reunión del día 16, visita que había sido confirmada por el grupo de avanzada del MPPEU en la reunión del día anterior. Los estudiantes inician ese día una toma cultural del rectorado en espera de las autoridades del MPPEU.

El día martes 27 de septiembre con el asalto a las instalaciones del rectorado, perpetrado conjuntamente por la policía del Estado Yaracuy y los funcionarios designados como nuevas autoridades en la írrita resolución del MPPEU, se confirmaron una vez más los oscuros vaticinios de muchas personas que advirtieron acerca de la falta de escrúpulos con que suelen actuar las bandas politiqueras que tuvieron a su cargo la toma por la fuerza de la UNEY. En esa acción se violentaron cerraduras, cambiaron llaves y pusieron fuera de línea equipos contentivos de información de la universidad. Este acto fue llevado a cabo sin ningún procedimiento y contraviniendo toda norma legal. No obstante, al día siguiente se presentó el Viceministro de de Desarrollo Académico, Rubén Reinoso, negando que hubiera habido allanamiento ni procedimiento ilegal alguno, ante el asombro de los numerosos testigos presenciales del asalto policial.

Posterior a esa acción y para completar el dominio total de la institución, el día 29 de septiembre, y contrariando la palabra que el Viceministro Reinoso empeñó en su visita a la UNEY el 16 de septiembre (en la cual indicó que no habría remociones, destituciones, ni “cacería de brujas”) fueron removidos de sus cargos el Jefe de Servicios Generales, el Consultor Jurídico, la Jefa de Recursos Humanos, el Jefe de Planificación y Presupuesto y el Director de Informática. Seguidamente, el día 06 de octubre los interventores procedieron a la destitución del Coordinador del Espacio Académico Ciencias del Deporte, hecha por la rectora designada, por orden directa del Viceministro Reinoso, y en desconocicmiento total de la potestad del Consejo Universitario como máxima autoridad de la institución.

Sin embargo, no fue si no hasta el 11 de octubre en declaraciones al diario Últimas Noticias, que la Ministra Córdova rompió el silencio mediático sobre el caso UNEY, hablando de que según su apreciación las carreras dictadas en la universidad no son pertinentes y del supuesto incumplimiento del rector Castillo en la organización de elecciones. Indicó además, sin rubor alguno, que no puede pedirles la organización de elecciones a las nuevas autoridades designadas.

Continuando con su oprobiosa conducta, los interventores de la UNEY en las últimas dos semanas han despedido ilegalmente y sacado de nómina a los jefes de Servicios Generales, Recursos Humanos, Auditoría Interna y a la asistente a la Consultoría Jurídica, estas dos últimas por medio de disparatadas y casi risibles resoluciones. Adicionalmente están realizando cambios de puestos de trabajo, sin tomar en consideración la experiencia de los trabajadores, ubicándolos en unidades que no corresponden a su perfil. Prohibiciones de acceso, amenazas y presiones a los trabajadores (sobre muchos de los cuales pesa la posibilidad de ser despedidos) rubrican los indignos actos de los interventores de nuestra universidad.

Todos los hechos referidos sólo vienen a acrecentar el memorial de agravios infligidos a la UNEY, desde donde seguimos aguardando por justicia, que no del altísimo, quien parece estar muy ocupado por estos días, sino de la justicia de los hombres, de los hombres y mujeres de bien.

martes, octubre 18, 2011

No fue un plagio a Borges. Fue a Cabrera Infante

 
 Borges, por Diane Arbus
Cabrera Infante


Mucho antes de Fernández Mallo, el juego borgeano sobre textos de Borges ya constituía uno de los muchos modos de homenajear (o profanar) al gran escritor porteño. En un pequeño y olvidable libro de ensayos publicado en 1984, el autor de este blog incurrió en esa práctica que algunos todavía creen plagio, Kodama entre ellos.

Con ironía avant la lettre, debo informar que el hipotexto borgeano de Incisiones (así se titula ese viejo librito) era, precisamente, una hermosa dedicatoria a María Kodama. Mi ironía (la de entonces, no la de ahora) consistió en presentar expresamente la dedicatoria que hice a mi padre, no como un plagio a Borges, sino a Cabrera Infante. Copiaba el recurso, no el texto.  Eran dos homenajes en uno. O tres (incluía a Kodama de modo oblicuo) o hasta cuatro, porque, desde luego, allí estaba mi padre, inocente en todo eso.  

Transcribo el cuerpo del delito, protegido de las amenazas de Kodama, no sólo por la prescripción de una posible causa legal, sino por el desconocimiento absoluto de este remoto y pequeño antecedente de “plagio” que se defendió a sí mismo con una anticipada y socarrona confesión:


IMPRESIÓN

Del número de hechos indescifrables que conforman el mundo o el decurso de las horas, la dedicatoria de un libro no es precisamente el menos esotérico. Se la aprecia como un tributo, una gracia. Abstracción hecha de la displicente moneda que la costumbre cristiana deposita en la mano del miserable, todo presente auténtico es mutuo. Quien da no prescinde de lo que da. Entregar y recibir son lo mismo.

Similar a cualquier acto del cosmos, la ofrenda de un libro es un ritual. Aun podría considerarse como la manera más nítida de decir un nombre. Yo digo en este instante el suyo, José Manuel Castillo Díaz. Cuántas alboradas, cuántas lluvias, cuántas vegetaciones del Este y del Oeste, cuántos poetas.

FCC
Barquisimeto, 8 de julio de 1983.

(La dedicatoria de este libro no es, como algún lector atento podría creer, un plagio a Borges. Es un plagio sí, pero a Cabrera Infante. Interesados revisar el epílogo de Exorcismos de esti(l)o).
                                             


sábado, octubre 08, 2011

Foto de familia en los cincuenta

 
LA 17
Este es el estrecho desfiladero de la escolástica.
Unos metros más allá sale Reyes Yánez con sus libros.

Ya hemos pasado la casa del hierro que Ananías cuida por las noches.

Este es el viejo bufón de la corte de San Juan
que dice estar loco como siempre.

Por esta ventana puedes asomarte a la Edad Media.
No te asustes. Es Fata Morgana
que despierta.

Este es el camino de regreso,
la orilla donde está la señora de las aves.
Con ella comenzaba el antiguo ritual de los almuerzos.

Esta es la clínica de los odontólogos
que se precipita en diagonal hacia Sicilia
(“Se hacen y se componen”, según el inquilino).

Esta es la esquina de don Jacinto.
A las dos en punto,
al borde misterioso de la acera está Gonzalo.
Espera a los amigos.

Este es el sitio exacto para mirar el cielo
cuando mi tío llegaba del mercado.

Y ésta, por fin,
es mi casa,
collado azul
frente al zaguán.

Los cuatro estamos atentos,
aunque yo haya desviado la mirada.
 
Si te fijas bien,
los ojos nos delatan.

Guillermo Sucre y la casa que dejamos un día

Guillermo Sucre en un poema memorable habla de la casa que dejamos un día y que no volveremos a ver, como si fuese una nave segada por el fuego.

Porque me constata un hecho ineludible, tengo por sabio ese bello poema de Sucre: las casas idas o dejadas son las sombras de un difícil reino que sólo -y muy pocas veces- recobramos con palabras.