Una noche, en la rue Bonaparte, eramos dos. El otoño avanzaba con pasos de ciego hacia el centro de París. Cuando caminábamos hacia la rue Jacob, la vimos. Era la prostituta que cruza la noche, bella como una papisa, en un poema de Octavio Paz. Algo se prepara, me dijo Martín y tomó una foto donde sólo podrá verse el verduzco muro surrealista de las fugas.
2 comentarios:
...Y nuevamente he dudado de porque coloque mi blog en Literatura...
"...et tout le reste est littérature". Lo dijo Verlaine.
Publicar un comentario